Critica a la clase de psicología


Tras 9 meses de estudio y de duro esfuerzo, esto llega su fin, y con él las clases, para enfrentarse al gran enemigo, Evau.

Aun me acuerdo cuando estaba haciendo la matrícula de  2ºde bachillerato. Elegí las troncales, y luego las optativas para el curso, entre ella filosofía, que siempre me ha gustado y psicología. No tenía gran idea de que podía tratar la psicología, Juan, mi profesor de filosofía de 1ºde bachillerato nos habló muy bien de ella. Me conto que realizaban examen con apuntes, cosa que me encanto y que sobre todo a los alumnos les gustaba por el profesor que la impartía. Yo no tenía ni idea de quien era pero desde luego no podía ser un mal profesor si gustaba a tanta gente.

El primer día de clases conocí a todos los profesores de este año, algunas caras reconocibles y otras no tanto. Ahí es donde conocí a Enrique Mesa, profesor de filosofía y de psicología. Su figura impone, aunque impone más su conocimiento sobre absolutamente todas las ramas de la vida. Puede hablarte desde Plantón a los diferentes tipos de aves. 

La clase de psicología me impresiono desde el primer día. El primer día ya me di cuenta que sería una clase donde podría disfrutar y aprender a la vez, un lujo. Nos facilitaba todo tipo de apuntes y sobre todo de datos curioso sobre ciertos temas, que al menos en mi caso consigo recordar mejor, creándome una idea sobre el concepto. A parte de los apuntes, debíamos coger nota del PowerPoint, pues los exámenes son con apuntes pero complejos y tanto prácticos como teóricos. En resumen, un clase completa, divertida, con toques serios y graciosos que permiten alejarse de la "nube negra " de Evau.

De las clases de psicología destaco el gran número de prácticas que se realizan en clase, que luego entran en examen, siendo más fácil. Una de mis practicas favoritas fue la práctica del video del oso panda que cruza por detrás de las personas. Y las pruebas de memoria a corto plazo fueron muy buenas para demostrarlo. 
Las explicaciones de Enrique son perfectas y muy fácil de comprenderlas. Son clases didácticas y entretenidas en las que siempre vuelves a casa con algo aprendido, facilitando el examen. Su forma de enseñar es única y nunca la he visto en ningún otro profesor, esto unido a su gran vocación por su trabajo provoca que a Psicología siempre vaya con una sonrisa. Por último, los exámenes me parecen muy adecuados para probar quien conoce la teoría pero también la práctica, como en el examen del 3º trimestre. Las clases de Psicología te permiten darte cuenta de la persona que eres en realidad, de estudiarte mediante diferentes teorías, de conocerte.

En conclusión, la clase de Psicología, al igual que la optativa, me parecen fascinantes y con la posibilidad de aumentar tus conocimientos sobre tu cuerpo. Voy a echar de menos esta clase cuando este en la universidad, momentos únicos y que siempre recordare. Y a Enrique, ojala más profesores con esa vocación y experiencia que tanto enriquece el conocimiento de los alumnos y el interés de los alumnos.

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